El Parlamento del Reino Unido ha aprobado una nueva ley que excluye la tecnología de vigilancia china de los edificios gubernamentales y las bases militares. Esta decisión se produce después de un presunto escándalo de espionaje que involucra a un investigador parlamentario que fue arrestado por sospecha de espiar para China. La legislación, que se centra en las reglas de adquisición del gobierno, ahora avanzará hacia la Cámara de los Lores para su aprobación antes de convertirse en ley.
Las preocupaciones sobre la influencia de China han ido en aumento, lo que ha llevado a solicitar medidas más fuertes. Los legisladores británicos han pedido específicamente la prohibición de la venta y el uso de cámaras de seguridad producidas por Hikvision y Dahua, ambas parcialmente propiedad del gobierno chino. Se han planteado preocupaciones sobre la privacidad, especialmente dado que al menos un tercio de las fuerzas policiales en Inglaterra y Gales actualmente utilizan las cámaras de vigilancia de Hikvision.
La ley ha recibido apoyo de expertos que consideran que es un paso necesario para eliminar la presencia de Hikvision y Dahua en el país. Sam Goodman, director del think tank Instituto de Riesgos Estratégicos de China en Londres, considera que esta ley es un desarrollo significativo en la historia de estas compañías chinas en el Reino Unido.
Hikvision y Dahua, sin embargo, aún no han respondido públicamente a esta legislación. Hikvision ha negado previamente ser una amenaza para la seguridad nacional, afirmando que tales afirmaciones son falsas. Mientras tanto, Dahua ha afirmado su cumplimiento de las leyes británicas y su compromiso de atender a los clientes británicos.
Para garantizar la transparencia, el gobierno se ha comprometido a proporcionar actualizaciones anuales al parlamento sobre la cantidad de cámaras que se han eliminado, permitiendo a los legisladores monitorear el progreso.
En general, la aprobación de esta ley señala una mayor escrutinio de la tecnología de vigilancia china en el Reino Unido y reafirma el compromiso del gobierno con la privacidad y la seguridad nacional.
Fuentes:
– Thomson Reuters – Informe de Andrew MacAskill, edición de Elizabeth Piper y Nick Macfie