Apple ha lanzado los modelos iPhone 15 y iPhone 15 Pro, los cuales finalmente han adoptado la tecnología USB-C, algo que ha sido estándar en los teléfonos Android desde hace tiempo. Además, Apple ha introducido nuevas cámaras, Islas Dinámicas, Asistencia en carretera y un diseño de titanio más ligero en los modelos Pro. Sin embargo, al compararlos con los principales teléfonos Android como el Samsung Galaxy S23 y el Google Pixel 7, hay áreas en las que los iPhones se quedan atrás.
Una de las principales diferencias entre los iPhones y sus contrapartes de Android es la funcionalidad de la pantalla. Los iPhone 15 y 15 Plus aún cuentan con pantallas de 60Hz y no tienen una pantalla siempre encendida. Además, tienen menos RAM en comparación con sus competidores Android de gama alta.
No obstante, los modelos de iPhone 15 siempre han dependido de su integración de software con iOS para compensar sus limitaciones de memoria. En contraste, los fabricantes de Android como Samsung y Google ofrecen mejores opciones de precio para sus smartphones, especialmente el Pixel 7 estándar, que destaca en términos de relación calidad-precio.
Al examinar los modelos Pro de iPhone 15, las similitudes con sus contrapartes de Android se hacen más evidentes. Los diseños de titanio en los iPhones Pro los hacen más ligeros y tienen una frecuencia de actualización de 120Hz, similar a los dispositivos Android insignia. La introducción de USB-C en los nuevos iPhones permite transferencias de datos más rápidas y compatibilidad con SSD, satisfaciendo las necesidades de videógrafos y fotógrafos en movimiento.
En cuanto al precio, aunque el iPhone 15 Pro Max es $100 más caro, ofrece un almacenamiento más amplio de 256GB para justificar el precio más alto. En general, aunque los modelos de iPhone 15 pueden no traer innovaciones revolucionarias, sí traen características y mejoras muy necesarias. La inclusión de USB-C y otras mejoras pone a los iPhones al mismo nivel que sus competidores de Android.
Fuente: The Verge
