Este proyecto de renovación arquitectónica surge en respuesta a las nuevas demandas sociales y urbanas debido a la pandemia y el encierro. Se trata de la compra de dos antiguos pisos de alquiler turístico en Madrid por parte de un propietario que regresa después de trabajar en el extranjero. La vivienda, ubicada en el barrio de Lavapiés, estaba dividida en dos pequeños apartamentos y el propietario quería recuperar la unidad para establecerse allí.
El desafío era crear una casa agradable y cómoda que también fuera dinámica y adecuada para trabajar, ya que el propietario seguiría trabajando desde su hogar en Madrid. Además, la vivienda debía poder recibir a varios invitados y amigos de todo el mundo. Para lograr esto, se ideó un juego de tres piezas que organizaran el entorno doméstico.
La primera pieza es una caja de madera de abedul que contiene la cocina y una librería que cubre la zona de los sofás. La segunda pieza es una estructura de azulejos salmón que delimita el comedor y la entrada, separando la zona del dormitorio del salón. La tercera pieza es un tótem tecnificado revestido de azulejos amarillos, en forma de doble T, que organiza la estancia principal y distribuye cuatro programas domésticos: dormitorio, vestidor, lavabo y ducha.
La disposición estratégica de puertas correderas permite optimizar los diferentes usos de los espacios y aprovechar al máximo los programas de la vivienda. Por ejemplo, al abrirse, las puertas dejan la habitación en posición de suite con el cuarto de baño asociado. Cuando las puertas están cerradas, el cuarto de baño funciona de forma independiente junto a un aseo en una habitación contigua, permitiendo el acceso a la habitación principal.
En resumen, esta renovación arquitectónica logra crear un hogar agradable, abierto y adaptable al trabajo remoto, satisfaciendo las necesidades del propietario y aprovechando al máximo el espacio disponible.
Fuentes:
– Estudio Gonzalo del Val + Toni Gelabert Arquitectes
– José Hevia
Siglas:
– m2: metros cuadrados