La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial han publicado un informe conjunto que alerta sobre la falta de avances en la cobertura sanitaria universal a nivel global. El documento señala que cada vez más familias se ven obligadas a destinar más del 10% de su presupuesto en salud, lo que se conoce como “gasto catastrófico”, impidiéndoles acceder a otros bienes básicos como alimentos.
Entre 2019 y 2021 no se registró ningún progreso en cuanto a cobertura sanitaria, a diferencia de lo que ocurrió entre comienzos de siglo y 2015, cuando se adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. La pandemia de la covid-19 ha empeorado esta situación, pero los informes señalan que el estancamiento ya existía anteriormente.
Según el informe, al menos 2.000 millones de personas en todo el mundo sufren dificultades financieras debido a los costos de los servicios de salud, lo que conduce a muchos a la pobreza. Aunque se han logrado avances en enfermedades infecciosas como el sida, la salud reproductiva y mental continúan siendo áreas problemáticas.
En Latinoamérica, los indicadores de cobertura sanitaria superan la media, pero el progreso se ha estancado en los últimos años, lo que amenaza con revertir los avances logrados. Según el director de Salud del Banco Mundial, Juan Pablo Uribe, la mala salud es una causa importante de la pobreza. Por ello, el organismo insiste en la necesidad de aumentar la inversión pública en salud.
La OMS y el Banco Mundial llevarán este mensaje a las reuniones con mandatarios durante la Reunión de Alto Nivel sobre cobertura sanitaria universal, que se celebrará el jueves como parte de la apertura del 78° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Los responsables de la ONU advierten que se requieren cambios drásticos para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.