Carlitos, el ciervo de ocho años querido por los habitantes de Linarejos, ha sido trágicamente asesinado por un cazador. A pesar de ser un animal dócil y no representar peligro alguno, fue incluido como pieza cinegética por la Junta de Castilla y León, debido a una denuncia anónima que alertaba sobre su supuesta peligrosidad. A pesar de los esfuerzos de los vecinos para salvarlo, con recolección de firmas y la frustración de una primera batida, Carlitos fue cazado en su propio pueblo.
El cuerpo decapitado del ciervo fue encontrado al día siguiente por los vecinos. Tenía marcas en las orejas que lo identificaban como Carlitos. Los restos encontrados cerca del lugar correspondían a él, ya que había cicatrices en una de sus patas y una cornamenta de 14 puntas. Sin embargo, se llevaron las patas y dejaron las orejas, lo que desconcertó a los lugareños.
La inclusión de Carlitos como animal cazable fue justificada por la delegada de la Junta en Zamora, argumentando que su cornamenta lo convertía en un peligro para la población. A pesar de las negativas de los vecinos, la Junta no ha confirmado oficialmente la identidad del ciervo abatido.
La tristeza y la indignación se han apoderado de los habitantes de Linarejos, que consideraban a Carlitos como uno más de la comunidad. Este ciervo era admirado por turistas que venían de distintas partes del mundo para escuchar la berrea en la zona. El dueño del bar-hostal del pueblo afirmó que incluso en las reseñas de su establecimiento, los visitantes mencionaban a Carlitos.
La muerte de Carlitos ha generado un debate sobre la caza y la necesidad de regularla adecuadamente, para evitar casos como este en el futuro. Los vecinos de Linarejos piden que se les permita convivir con la fauna silvestre de manera pacífica, sin poner en peligro a animales que forman parte de su comunidad.
Fuentes: El País, Ecologistas en Acción Zamora, testimonios de vecinos de Linarejos.
