El Nuevo Mestalla, el estadio del Valencia CF, lleva paralizado durante 16 años desde que las obras se detuvieron en febrero de 2009. Esta situación ha avergonzado a la ciudad, que se ha acostumbrado a ver el esqueleto de cemento en la Avenida de las Cortes Valencianas. Sin embargo, ni el club ni las instituciones han logrado avanzar en este tema.
A pesar de las numerosas promesas incumplidas, el estadio sigue bloqueado y no se vislumbran soluciones a corto plazo. El borrador del convenio se encuentra estancado y la sensación es que falta mucho tiempo para que el nuevo estadio se convierta en realidad debido a la desidia de Peter Lim y a los intereses políticos de la ciudad.
El cambio de legislatura no ha significado ningún avance hasta ahora. Layhoon Chan y Javier Solís acudieron a la toma de posesión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, con la esperanza de desbloquear la situación, especialmente con la candidatura del Mundial de 2030 en mente. Sin embargo, dos meses después, las conversaciones entre el club y el Ayuntamiento siguen abiertas y pendientes de firmar el nuevo convenio que reemplazará al anterior.
La alcaldesa de València, María José Catalá, ha anunciado la presión y exigencia a Meriton, pero también la discreción en las negociaciones. Catalá espera que las noticias sean positivas para el valencianismo y que el club cumpla sus compromisos con la ciudad.
El problema surge cuando el socio del PP en el Ayuntamiento, VOX, se posiciona en contra del nuevo convenio, lo que pone en compromiso al partido y obliga a los demás partidos a tomar posición. Juanma Badenas, portavoz de VOX en el consistorio, ha afirmado que su partido no apoyará una posible ampliación del convenio del Nuevo Mestalla y se opondrá a cualquier acuerdo urbanístico con el Valencia de Peter Lim.
Fuentes:
– El Mundo
– Superdeporte
