Kate Moss, la supermodelo icónica de la juventud atrapada en un cuerpo adulto, ha experimentado un cambio radical en los últimos meses y los malos hábitos han dejado su huella. A pesar de haberse alejado de una vida de excesos con alcohol y drogas, recientes imágenes han mostrado a Kate fumando tabaco, incluso después de haberse dejado ver con un vaper.
Las fotografías revelan arrugas, dientes grisáceos, ojeras y un aspecto irreconocible en el rostro de Kate Moss. Estos signos de envejecimiento se han atribuido a los malos hábitos que ha retomado. La supermodelo confesó hace tiempo que en su juventud fumaba más de 60 cigarrillos al día y bebía una botella de whisky, conductas que han dejado una marca en su salud y en su rostro.
La relación entre Kate Moss y el tabaco ha sido evidente a lo largo de su carrera. Ha sido acusada de convertir el acto de fumar en algo chic y elegante, una forma de socializar que va en contra de la realidad. Inclusive, solicitaba a su asistenta que dejara paquetes de su marca favorita, Marlboro Lights, por toda su casa.
Pero el tabaco no ha sido el único exceso en la vida de Kate Moss. También era conocido su gusto por el champagne y el vodka. Ahora, su nombre vuelve a sonar por los malos hábitos que han regresado a su vida.
Fuentes:
– Daily Mail
– NBC
– Gtres