La economía de China ha experimentado una gran transformación en las últimas décadas debido a la migración masiva de la población rural a las grandes ciudades. Con una población de 1.412 millones de habitantes, China ha sido durante mucho tiempo el país más poblado del mundo, pero se espera que India lo supere en número de habitantes para finales de 2023. Sin embargo, lo más relevante es el envejecimiento de la población china y su impacto en la economía.
La disminución de los nacimientos y el aumento de la mortalidad, sumado a la llegada de la generación que se jubila, plantea desafíos para el gobierno chino en términos de sostener a una población cada vez más dependiente de la asistencia gubernamental. Además, las tensiones políticas entre China y Estados Unidos no ayudan al panorama económico global.
Las claves de la economía china residen en su gran capacidad de trabajo con salarios bajos, su alta tasa de ahorro e inversión, su capacidad exportadora y la atracción de inversores extranjeros. Además, la formación de calidad de las nuevas generaciones impulsa el desarrollo económico del país.
Para evitar que la desaceleración económica china afecte a otras economías dependientes, como la española, se necesitan medidas que refuercen los puntos fuertes mencionados anteriormente. Entre estas medidas se encuentra la reducción de las tasas de interés para estimular el sector inmobiliario, el apoyo a las empresas y el estímulo del consumo mediante la disminución de las reservas bancarias. Además, es crucial realizar inversiones en infraestructuras, como la salud y las carreteras, así como reducir impuestos para aumentar la capacidad de gasto de los ciudadanos.
En resumen, para entender la economía de China es necesario conocer su población y comprender las expectativas de esta. A pesar de los desafíos demográficos y las tensiones políticas, China sigue siendo una potencia económica con un impacto significativo a nivel mundial.
Fuente: Elaboración propia.