No debemos culpar a Jaime Maussan por el espectáculo mediático en el que terminó la sesión del Congreso mexicano en la que presentó momias como pruebas de vida extraterrestre. Maussan ha sido por muchos años un personaje del folklore nacional obsesionado con demostrar la existencia de alienígenas. Sin embargo, la responsabilidad recae en el propio Congreso por permitir este ridículo escenario.
Las momias presentadas como evidencia ya habían sido desacreditadas por científicos y expertos como imposturas. Incluso la supuesta “validación” de la UNAM resultó ser simplemente un estudio para datar la edad de una de las momias. Maussan también invitó a militares, controladores aéreos y astrónomos que denunciaron presiones y amenazas para ocultar episodios relacionados con OVNIs.
El diputado Sergio Gutiérrez Luna invitó a Maussan para no perder la atención pública, inspirado por audiencias en el Congreso de Estados Unidos donde se habló de presuntos contactos con vida extraterrestre. Sin embargo, esta estrategia resultó en un circo y en un ridiculez histórica para el Congreso mexicano.
Es curioso pensar en la regulación de fenómenos aéreos anómalos no identificados. Si el SAT puede cobrar impuestos a brujos y magos, ¿por qué no regular lo anómalo y lo no identificado? Sin embargo, es difícil imaginar cómo se llevaría a cabo esta regulación y si algo que se pueda regular dejaría de ser anómalo y no identificado.
No podemos culpar a los extraterrestres, sino a quienes les dan la tribuna. En definitiva, el Congreso mexicano debería ser más responsable y enfocarse en asuntos más relevantes para el bienestar del país.
Definiciones:
OVNIs: Objetos Voladores No Identificados
UNAM: Universidad Nacional Autónoma de México
SAT: Servicio de Administración Tributaria
Fuente: El País México
